Chamot

Testimonio | Octubre 2013

José Antonio Chamot (Concepción del Uruguay, 17 de mayo de 1969), ex futbolista argentino que jugaba como defensor.En su extensa carrera deportiva jugó para Rosario Central en Argentina, Pisa, US Foggia, SS Lazio y AC Milan en Italia y Atlético de Madrid y Leganés en España.Se retiró en 2006 en Rosario Central, donde había realizado las inferiores y debutado profesionalmente, tras una seguidilla de lesiones que lo apartaron de las canchas durante un largo período.Actualmente se desempeña como Ayudante de Campo del DT Ariel Cuffaro Russo en Rosario Central.

Nací en Concepción del Uruguay, Entre Ríos en mayo de 1969. A los 16 años llegué a la ciudad de San Lorenzo por el traslado de mi papá en el trabajo. Estudiaba de noche en una escuela técnica industrial, por lo que disponía de mucho tiempo en el día, y mi idea era trabajar para ayudar a mis padres con los gastos de la casa. Pero sólo conseguí pequeños y breves trabajos como empleado de albañil. Ésto sucedía en el año 1986, en el mes de mayo, en el mismo año en que se jugaba el Mundial de Fútbol de México, en el cual compartí junto a todos los argentinos, el triunfo de nuestro Seleccionado campeón del Mundo.

Desde niño jugué al fútbol como cualquier otro de mi edad, y también me destacaba en atletismo como deportes que más me apasionaban: en ningún momento me imaginé llegar a ser un profesional en el deporte. Pero no sabía aún que en esa etapa estaba formándome como un profesional desde la base. Tal es así que al llegar a San Lorenzo, no fue iniciativa mía hacer una prueba en algún equipo de Rosario, sino que esta oportunidad me fue propuesta por un técnico de uno de los equipos infantiles en los que estuve en Concepción del Uruguay. Siempre fui una persona con un carácter muy introverso, me costaba mucho integrarme, pero decidí aceptar el desafío y fui con la intención de aprovecharla al máximo, siendo conciente que sin sacrificio ni disciplina nada se logra. Superé la prueba en Rosario Central y muy rapidamente, luego de dos años de inferiores, debuté en primera división con 19 años de la mano de Don Angel Zof. Casi dos años en Primera jugando como titular del equipo y en 1990 fui convocado para integrar la Selección Nacional que dirigía Carlos Bilardo, es decir, me encontré siendo parte de aquella Selección de la que nunca me hubiera imaginado poder integrar. Y no terminó allí, sino que fui transferido a Europa con 21 años, el 3 de noviembre.

Volví a mediados de diciembre para pasar unos días con mi familia en Navidad, y para carsarme con Mariela (ella en ese entonces tenía solamente 18 años), quien fue de vital importancia para mi vida y para mi carrera profesional. Me fui de Argentina con una religión, con mucho respeto por Dios y con un pequeño evangelio que mi hermano Daniel me había regalado recomendándome leerlo donde fuera que vaya porque él ya había tomado la decisión de caminar con Jesús y ésto había cambiado su vida. Tenía en mi corazón algunos versículos que fueron sembrados durante mi vida en distintas ocasiones y que Dios usó para comenzar la obra en mí.

En Europa jugué tres años en Pisa, uno en Foggia, cuatro en la Lazio de Roma, un año y medio en el Atlético de Madrid (España) y tres años en el Milan de Italia. De allí volvimos a Madrid con la propuesta de Pekerman para integrar un proyecto en el Leganés, en la Serie B. En 1994, cuando vivíamos en Roma, el Señor siguió obrando a mi alrededor, con testimonios como el de mi esposa que decidió obedecer al Señor en las aguas del bautismo, y más allá de que había cosas que yo aún no comprendía, decidí apoyarla en esta decisión porque sentía que era justa.

Distintas circunstancias que viví en Roma me hicieron reflexionar sobre toda la carga que estaba llevando en mis espaldas, y que era el motivo del agobio que sentía a pesar de disfrutar de muchos privilegios que Dios me estaba regalando: integraba un equipo de primer nivel en Italia, era titular en la Selección Argentina, mi esposa estaba embarazada de nuestra primer hija Jamie Lee y no tenía necesidades económicas. Pero aún así no encontraba esa paz y esa alegría que anhelaba mi ser. Muchas veces traía problemas de mi trabajo a mi hogar que rompían la armonía de mi matrimonio y de mi casa, y fue un día de esos cuando estando a solas en mi habitación haciendo "zapping" en la televisión, encontré un programa en un canal cristiano, la TBNE, el cual me decía que Cristo no es una religión sino que es una relación, que yo necesitaba ponerme a cuentas con Dios, que El traería luz y alegría a mis días cuando dejara mi carga en sus manos para que El pudiera enderezar mi camino. Fue así como ese día le dí el Primer Lugar a Jesucristo en mi corazón, en mi mente y en mi vida: El tomó el lugar que le correspondía. Dios me habló a través de Romanos 10:2,3 ("Porque yo les doy testimonio de que tienen celos de Dios, pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicias de Dios" ) y de Oseas 4:6 ("Mi pueblo fue destruído porque le faltó conocimiento" ) y desde aquel momento empecé a instruírme en su Palabra y ésta empezó a mostrarme qué cosas estaban bien y cuales mal en mi vida y en qué modo podía yo cambiar esa vida de religiosidad que llevaba sobre todo en el ambiente del fútbol y que nunca me llenó cuando tuve dificultad.

Nuestra familia siguió recibiendo grandes bendiciones como la llegada de nuestros hijos Kevin y Jayson y en lo profesional con la posibilidad de participar en tres Mundiales de Fútbol (USA 94, FRANCIA 98 Y JAPÓN-KOREA 2002) Con los años fuimos prosperados por la gracias de Dios, poniendo a nuestro lado grandes personas que fueron de mucha bendición en nuestras vidas, como Nora y Chuck Hall (presidentes de la TBNE en Italia), Miriam y Jaime Fernandez Garrido de España (que viajaban miles de kilómetros para compartir la Palabra con nosotros), Betty y Enrique Montenegro con sus hijas, que fueron nuestro sostén en Madrid. El aceptar la propuesta de jugar en Rosario Central en el año 2005, hizo que volviéramos al país después de 15 años de carrera en el extranjero y después de orar y pedir dirección al Señor por todo lo que sentíamos en nuestro corazón, creemos que hay un motivo importante para estar aquí y que glorifica Su Nombre. Dios nos sigue bendiciendo con el nacimiento de nuestro cuarto hijo, Jordan Liam, y además con el logro, después de haber cursado 2 años de estudios, del título de Director Técnico Nacional de Fútbol. Dios conoce los deseos de mi corazón de formar un buen equipo de trabajo de excelencia con el cual poder largarnos en esta nueva aventura dirigiendo un equipo de fútbol, ayudando a los jóvenes a prepararse para ser futbolistas que apunten, no sólo a ejercer este maravilloso trabajo, sino también a ayudar a mejorar la calidad del fútbol visto como un deporte del que puedan disfrutar las personas de todas las edades junto a sus familias, eliminando la violencia y los malos intereses que nada tienen que ver con el mismo.

Hoy Dios nos honra y nos bendice con el apoyo de nuestros pastores Tany y Norberto Carlini y toda su familia, siendo miembros de Santuario de Fe. Nuestro deseo como familia es alinearnos al propósito que Dios tiene para nuestras vidas y poder ser instrumentos útiles en Sus manos, aprovechando el tiempo que estemos aquí. Mientras tanto seguimos viendo día a día cómo Dios lleva a cabo Su voluntad en nosotros y nos damos cuenta que no somos nosotros en El, sino que es El en nosotros.


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